
Viajando con el equipo
Viajo a casi todos los partidos que el Espanyol disputa fuera de casa. Como vivo en Salamanca me resulta más sencillo desplazarme para los partidos que jugamos a domicilio. Después de todos estos viajes me gustaría transmitir ciertas sensaciones y también intentar aportar algunas ideas.
Lo primero que llama la atención es el número de hinchas que acompaña al equipo. Somos muy pocos, muchas veces no llegamos ni a la veintena pero es cierto que en Valencia, Villareal y Girona suele haber más aficionados. He estado en muchos partidos (sobre todo los jugados entre semana) en los que hemos sido menos de diez. Son números preocupantes. Porque significa dos cosas: que los hinchas que viven en Cataluña viajan poco con el equipo y sobre todo que hay pocos fans del RCDE fuera de Barcelona.
Por supuesto hay aficionados del RCDE en todas partes pero fuera de Cataluña somos muy pocos. Sería muy importante analizar el porqué de esta situación. Me preguntan siempre ¿cómo puedes ser del Espanyol? Como si fuera algo tan raro ser de este club que lleva muchísimos años en Primera División. Pero es obvio que faltan títulos y jugadores o entrenadores más carismáticos.
Y si va cada vez menos gente a Cornellá cómo va a ir más gente a los partidos de fuera.
El gran desnivel entre los partidos disputados en casa y los de fuera tampoco ayuda al desplazamiento de los hinchas. Y no solo me refiero a los resultados sino sobre todo al fútbol que se exhibe. En las tres temporadas entre 2015 y 2018 el balance en casa fue de 25 victorias, 16 empates y 16 derrotas. Fuera de casa ganamos solo 14 partidos (3 de ellos con Gallego de entrenador), empatamos 14 y perdimos 29. La posesión fuera de casa muchas veces estaba por debajo del 30%. No es muy atractivo ver fútbol con tan poca posesión de balón y es frustrante seguir a un equipo por toda España y ver una media de 4 victorias por temporada fuera de casa.
Los partidos con Gallego y los dos primeros partidos con Rubi a domicilio han sido una bendición (aunque se haya perdido en Vitoria) y siendo capaz de mantener esta dinámica de juego a lo mejor más gente se animaría a desplazarse.
Y los horarios tampoco acompañan. Cómo se va a desplazar la gente si el partido es un lunes a las 21 horas o termina un domingo a medianoche. Ya que manda la televisión y los aficionados no pintamos nada, esto tiene muy mala solución.
En un post en las redes sociales critiqué la imagen que dio el equipo en Vigo marchándose sin ni siquiera saludar a los hinchas. Algunos dirían que fueron pocos aficionados. ¡Qué más da! ¿Qué les cuesta a ellos? En Vitoria ya se acercaron algunos, gesto que es de agradecer. ¿Quiénes deberín ir? Primero el entrenador (que Rubi aprenda de Klopp) y con él todo los jugadores incluidos los suplentes. Pero no sólo me refiero al comportamiento en el campo. Cuando salen del hotel de concentración no les cuesta nada parar un rato para hablar con los fans y sacarse una foto con ellos. Hay que mimar a la maravillosa minoría. Un sufridor también se merece su momento de gloria.
El otro problema con el que siempre me encuentro es que los que no vivimos en Barcelona no podemos sacar las entradas en el sector reservado para los hinchas de nuestro club. Hasta ahora había que pasar por las oficinas del club en Barcelona. Entonces a los que no residimos allí no nos queda otra alternativa que sacar las entradas en otras zonas del campo.
Pero con un problema adicional: nada más ver el escudo del Espanyol te reubican. Te mandan a otro sector del estadio pero sin devolverte la diferencia de precio de la entrada. Una práctica inaceptable pero que ha creado escuela.
Planteé el problema al punto de venta de entradas del Espanyol y me han respondido en tiempo récord y para los partidos del Celta y del Alavés me hicieron un favor enorme depositando las entradas en las taquillas y en el hotel de concentración del equipo. Creo que habría que ofrecer soluciones para todos los que no podemos ir al punto de venta en Barcelona.
Sería bueno que nos juntáramos todos los pericos en el sector reservado para nuestra afición en vez de estar desperdigados por todo el campo.
Otra medida muy positiva sería que el club creara una plataforma para los hinchas que acompañan al equipo.
Anunciar los partidos como si de un evento de Facebook se tratase ¿Quién va a asistir? Un punto de encuentro cercano al estadio para calentar motores. ¿Dónde está alojado el equipo? Un «blablacar» de pericos que viajan a los partidos de fuera y que les gustaría compartir gastos y filosofar sobre el equipo. También de vez en cuando hacer una entrevista a alguno de ellos, darles voz, hacer que se sientan orgullosos por haberse dado la paliza de viaje, alguna camiseta firmada por todo el equipo, algunos artículos de merchandising que se regalan, invitar a los más fieles a algún partido en Cornellá o sortear de vez en cuando una entrada para los partidos de fuera.
En definitiva, tener algún detalle. Y así animar a la gente a que se desplace y darles el cariño que se merecen.





