Le daremos un poco menos y a cambio le cobraremos un poco más

Se nos ha ido un jugador al que fichamos por 1,5 millones y lo vendemos por 20. Una cantidad muy elevada teniendo en cuenta que sólo teníamos el 50% de los derechos. Cifra récord en la historia del Espanyol. Una muy buena venta.

Convertimos a Gerard en un icono. Algo que es lógico, pero bien pensado no nos conviene. Si pudiéramos disfrutar de él durante mucho tiempo, sí tendría sentido. Pero sabiendo que cualquier comprador solvente se lo lleva, a lo mejor habría que cambiar de estrategia y dar más protagonismo a otros referentes del entorno blanquiazul como Luis García, Moises Hurtado, Tamudo, Gemma Mengual. Sabemos que van a ser más duraderos. Y decirle a un niño que nosotros no tenemos ningún crack, que tenemos un equipo de obreros. Mejor comprarle la camiseta de uno de ellos en vez de la camiseta de una supuesta estrella, porque ésta le va a durar muy poco. Explicarle qué conlleva formar parte de la maravillosa minoría.

Todos se preguntan ahora si Gerard ha sido buen perico. Una pregunta que se repite cada vez que un jugador ficha por otro equipo. En caso de opinar que no, le insultamos (Pau); si pensamos que sí nos ponemos a llorar (Tamudo).

En el caso de Gerard estoy convencido de que ha sido un perico ejemplar. Tenía un feeling especial con los hinchas y sentía los colores. Y aparte de ser un estilete y de marcar muchos goles no se le caían los anillos a la hora de matarse a correr. Ahora se va y muchos le llamarán pesetero o traidor. Como si él tuviera la culpa de que a Chen le hayan cortado el grifo y ya no le cuadren las cuentas.

Lo que deberíamos hacer de una vez por todas es aceptar que el Espanyol sigue siendo un club vendedor (a veces de jugadores y otras de humo). Sólo hay que ver las ventas al Villareal: Eric Bailly, Álvaro, Víctor Ruiz, Javi Fuego y ahora Gerard Moreno.

Parecía que con Mr. Cheng esta dinámica se iba a romper. Prometieron al hincha jugar la Champions y que ya no se iba a vender a ningún icono del club. Nos estamos dando cuenta de que la realidad es otra. El objetivo es seguir en Primera División. Mera supervivencia. Vender a jugadores si llegan buenas ofertas. Ficharemos a futbolistas low cost o cedidos, ofreceremos fichas bajas y subiremos a más canteranos que en vez de jugar en ligas inferiores van a hacer sus pinitos en Primera.

Lograremos sobrevivir en Primera, porque hay equipos peores y porque debido a las carencias económicas nos hemos convertido en expertos en vivir en el filo de la navaja.

Así que después de este subidón provocado por Chen y su «nos vamos a la Champions» volvemos a la cruda realidad, al pesimismo y al negativismo, a la frustración.

Y encima percibimos que el club no nos da el trato que nos merecemos. Cero transparencia (el jefe de operaciones ya ni se digna a dar una rueda de prensa) y siempre somos los últimos en enterarnos de lo que se cuece. Muchos pericos se cansan y están pensando si renovar su abono. Lógico y entendible.

Una conocida marca de helados americana tenía como eslogan «le daremos un poco menos y a cambio le cobraremos un poco más». Esto parece ser la estrategia de la directiva (a ver que sorpresa nos darán con los precios de los abonos). Pero les puede salir mal porque no se dan cuenta de que los protagonistas somos nosotros. Los jugadores, los técnicos, los directivos vienen y se van pero nosotros seguiremos. Y al final de la temporada pasada ya les dimos algún serio aviso.

En resumidas cuentas, más que la venta de alguna estrella a un precio más que razonable, me preocuparía que la gente que vive el Espanyol a todas horas llegara a la conclusión de que esto no vale la pena. Que Antoñillo, el torero perico, ya no se pusiera el traje de faena con los colores del Espanyol o que este grupo de fieles que todos los días «piensan en perico» se dieran de baja. Mientras que ellos sigan en la brecha yo estoy tranquilo. Y seguiré viajando animando al equipo.

FIN

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