
El que quiera divertirse que se vaya al circo
Cada vez leo más esta frase en el entorno perico. Una frase ya muy trillada (Allegri, Clemente, Paco Flores …) que es el puro reflejo de la dictadura resultadista a la que estamos sometidos todos. Es como una epidemia.
Estoy cansándome cada vez más de este pensamiento único. Tendré que vivir con que muchos pericos piensen que hay que dar preferencia a sacar los puntos para el ascenso a jugar bien al fútbol. Aunque el fútbol exhibido en más de cuarenta partidos sea insufrible. Quieren subir sea como sea aun sabiendo que en Primera estaríamos otra vez condenados al fracaso más absoluto (si no se hace una limpieza total que lo veo muy complicado). Ahora mismo no estamos ni anímicamente, ni físicamente, ni futbolísticamente preparados para jugar en la élite.
Yo quiero disfrutar viendo un buen partido de fútbol. Estoy cansado de aburrirme y de sufrir. Me identifico con lo que dijo Moisés Hurtado en una entrevista: No podemos aletargar al aficionado. Ha de vibrar con el equipo y estar orgulloso se gane o se pierda.
Y he empezado a rebelarme. Del último partido contra el Sabadell he visto un resumen de tres minutos en Youtube. Porque no disfruto vernos sufrir contra un equipo con un presupuesto diez veces inferior al nuestro. Claro que me ha llegado el mensaje de que estamos en Segunda y que es una división tremendamente complicada, pero no comparto este punto de vista. Si estuviéramos en Segunda B diríamos que también es una liga muy competitiva (de hecho nos costó horrores ganarles al Llagostera y al Burgos). Pero la segunda es una liga bastante floja (los tres equipos descendidos están en las primeras posiciones), sobre todo comparando los presupuestos del resto de los equipos con el nuestro. Somos los «nuevos ricos» de Segunda.
Siguiendo la filosofía resultadista también está mal visto querer disputar la Copa del Rey. Llega un momento en el que te das cuenta que desplazándote a los partidos coperos, te condenan a que sean viajes a ninguna parte. No podemos sacar al equipo titular contra el Osasuna B, aunque no hayamos jugado entre semana. Hacemos el ridículo pero no pasa nada, porque se supone que nuestro único objetivo es el ascenso y que la Copa del Rey sobra.
Una de las páginas más negras en la historia del Espanyol se escribió en Wolverhampton cuando se les tomó el pelo a 1200 fieles espanyolistas. Por decreto no se podía convocar al mejor once, porque corríamos peligro de bajar a Segunda (el fiestón que nos pegamos por clasificarnos para una competición europea contra la Real quedó en el olvido, como si no hubiera existido). Y luego resulta que vamos al purgatorio con una diferencia de doce puntos al penúltimo.
Ahora en Segunda, quitando algún partido suelto (Albacete, Málaga…) no jugamos a nada. Yo no disfruto viendo los partidos. He prometido a mi mismo no hacer leña del árbol caído sobre la plantilla o el cuerpo técnico pero la falta de autocrítica es latente y tener que escuchar que este año el equipo mentalmente se ha consolidado mucho ya es puro cinismo. Es como decir que esta temporada hemos logrado sacar más puntos que la anterior.
Tengo también clarísimo que al Espanyol le favorece jugar sin público – y mucho. No veo a los jugadores anímicamente preparados para aguantar un ambiente hostil en Cornellà.
Habrá gente que dirá que me haya borrado. No es verdad, nada más lejos de la realidad. Cada lunes empiezo con Francesc Vía y su equipo de La Grada Radio, luego sigo encantado el programa de Llobregat BiB (gran entrevista a N´Kono), veo la GradaTV, escucho el programa de Javier de Haro en la Cope, disfruto con el show de Perico que Vola, pongo el podcast de Alternatius y leo la Voz Perica y la Contradeportiva. Cualquiera de estos medios me divierte más que los tostones de los partidos. Podemos estar muy orgullosos de los medios de comunicación que tenemos.
¿Qué hace falta para que todo esto cambie? Jugar medianamente bien al fútbol. No es más que esto. Porque a la larga un equipo que suele jugar bien alcanzará sus objetivos. Y jugando bien nosotros volveríamos a disfrutar con el equipo.
El que quiera divertirse que se vaya al circo … Pues a mi el circo no me gusta. Prefiero divertirme viendo al Espanyol.
Pero llevamos sufriendo muchísimos meses y va siendo hora de que esto cambie.





